Guia

Me estire, yo también estaba un poco cansado. Me acabe la chocolatina y encendí un cigarrillo y luego mire a mi alrededor.

Tarde un poco más en terminar la chocolatina y después me levante.
-No deberías fumar...-dije compunjida, pero esta vez no le quite el cigarrillo...no quería que se cabreara. Después me fui a por leña y a buscar algun rio o lago que estuviera cerca.

Mire como caminaba, luego mire el cigarrillo. Suelto un suspiro y tiro el cigarrillo. Luego sigo mirándola hasta que la pierdo de vista.

Tras un rato caminando recogi algunas ramitas no muy grandes que servirian. Y di con una especie de lago, también habia una pequeña cascada. El agua estaba muy limpia y parecía potable, no como en otras zonas de hylow.

Dejé las ramas en la orilla y me después de pensarlo un poco empecé a quitarme la ropa.

Binkan estaba tardando, me levante y empece a caminar en la dirección en la que se había dirigido.

Dejé las armas y la ropa en la orilla y me fui metiendo en el agua, aunque estaba helada. Buceé y estuve un rato observandolo todo, aquello no parecia hylow.

Al rato de caminar pude ver las armas de Binkan en el suelo, me lleve la mano a mi espada mientras miraba para todos sitios. Al final, vi como nadaba en el lago, me sonroje, me sentía como un pervertido que mira a una chica en la ducha.

Fui a bucear justo donde caía la cascada y vi que detras no había más que roca. Volví y cuando salí a la superficie tenia el pelo algo alborotado me tapaba los ojos, me lo quité pensando que pronto necesitaría cortarlo un poco.
Después de un rato a mi bola notaba algo raro, observé alrededor y vi a laurence.

Trague saliva mientras la miraba. - Pen.. pensaba que te había pasado algo. -

Me hundí un poco en el agua, hasta el cuello después de haberme sonrojado un poco yo tambien.
-Ya ves...-murmuré sin saber bien que hacer o decir.

Deje mis armas en el suelo junto con mi ropa antes de meterme en el agua.

Empece a pasar junto a Binkan mirándola.

Le miré sonriente y divertida mientras me mordía el labio también algo nerviosa.

Roce con mi mano su cintura, luego me fui acercando poco a poco a ella. Cuando estuve lo suficiente cerca me fundi en un beso, pose una de mis manos en su nuca y otra en su cintura.

Aquello hizo que mi cuerpo se estremeciera de una forma que nunca lo había hecho. Acerqué mi cuerpo al suyo mientras me besaba apasionadamente. Cuando se dio por satisfecho casi me había dejado sin respiración, pero le mire sonriente.

La fui acercando hasta tenerla contra la pared de la cascada. Apreté mi cuerpo contra el suyo con delicadeza y escuche un leve gemido.
Despegue mis labios de los suyos, le bese la barbilla y luego seguí con su cuello.
La mire, era la musa de mis creaciones, el rayo de sol en un día nublado. Mi oasis en medio del desierto.

Su boca recorría mi cuello y mis labios con pasión, sus brazos me agarraban con fuerza. Sus labios bajaron desde mi boca a mi cuello, de ahí a mi pechos y no aguante un gemido de placer. Aquello hizo que le deseara, que le deseara mas que nunca.

No quería despegarme de su cuerpo. cada sensación era nueva. Cada uno de sus gemidos me excitaba mas. Que esto no acabe. Me repetía.
Recorrí con mi mano su muslo, su cintura, su mano hasta al final agarrarla de la mano. Era la estrella que siempre había intentado alcanzar.

Noté su mano y la agarré con fuerza a la vez que mis piernas rodeaban sus caderas. Sus empujones eran rápidos, fuertes, llenos de pasión. Penetraba en mi con fuerza, tanto que pensé que me haria daño, pero en realidad mi respiración se acelero de placer, hasta que no pude callar más mis gemidos, que se unieron a lo suyos, siguiendo el compás de sus caderas que me embestían incansables.

No aguantaba mas, la quería, la quería para mi. Mi compañera de fatigas, alguien que me tendiera la mano cuando me cayera.
- Te.. te.. te quiero. - Dije entre gemidos.
Una sensación única que alumbraba mi vida.
Cada uno de sus gemidos seguía de uno mio.

Todo se había congelado a mi alrededor, solo estaba ella. No había guerra. Me sentía seguro por primera vez en mi vida.
Sentía algo que nunca había notado. Sentía algo, algo después de mucho tiempo.

Tenía los ojos cerrados disfrutando de aquel momento, los abrí al escuchar sus palabras y le besé con pasión. Luego me separé y me quedé a unos centimetros de su cara, mirandolo.
-Y yo a ti.-dije como pude con la respiración acelerada.
Su velocidad aumento, hasta que entró con mas fuerza que nunca mientras echaba su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos, disfrutando del momento. Con mi cadera di un pequeño empujón hacia el haciendo que le fuera imposible controlar su ultimo gemido.

Tenia la respiración muy acelerada, la miraba, cada uno de sus contornos, cada centímetro de su piel.
La deseaba, la deseaba como nunca había deseado nada.
La bese, no tenia las palabras para describir lo que sentía.
Dos personas que forman una.
Le aparte un mechón de pelo que le caía sobre la cara y la mire.
La protagonista de mi novela, de mis sueños y pensamientos.

Un ultimo movimiento me hizo morir de placer y caer exhausta entre sus brazos. Aun recuperaba la respiración pero le di un suave beso en esos dulces labios y me embelsé con su mirada.

Salimos del agua, me vestí y observe como lo hacia ella.
- Mariposas en el estomago. - Susurre cuando me di cuenta de la sensación que sentía cuando la miraba.

Mientras escurría mi pelo le miré sonriente. Era tan lindo.
Todo era maravilloso, cuando estaba con él me sentia muy bien más que eso...no sabría describirlo pero me encantaba.

Llegamos juntos con la leña, Ginji no estaba. - Abra salido por ahí. - Le digo a Binkan.

Dejo la leña en el suelo, me giro y la miro con una sonrisa.