Biblioteca

Empujo a la humana tirándola al suelo.
Le doy el cuchillo al niño y lo fundo en mi pecho.
- Vamos. - Digo agarrando su mano y apretando el cuchillo contra mi pecho mientras unas gotas de sangre ya corrían por la hoja.
- La venganza no es tan dulce cuando completas. -Digo mirando al niño directamente a los ojos.
- ¡Matame! - Digo apretando un poco mas el cuchillo.

Fruncí levemente el ceño y me levanté rápidamente sujeté al niño a la vez que cerraba los ojos para salir de allí.
Aparecimos en la posada, el niño y yo. Entonces intenté recuperar un poco la respiracion.

-Anda un híbrido. - Digo levantándome y guardando el cuchillo.

Hablé con el posadero sin dejar que el niño se fuese y consegui que se hiciera cargo del pequeño.
Después algo mosqueada sali del lugar y me dirigí hacia donde estaba ese estúpido beclonius sin nombre.
- Tan solo es un niño...-volví a repetir mirandole fijamente.

-Un niño que sobrevivirá en esta guerra solo por el mero echo de cumplir una venganza. - Digo envainando mi espada.
- Sobrevivirá, sobrevivirá solo por querer derramar mi sangre, no se rendirá hasta que cumpla su objetivo. -

Le miré un segundo sin saber que decir.
- Pero es cruel...-dije alejandome un poco.

- Cuando veas el cadáver de un niño mutilado por la guerra. - Digo sacando un cigarrillo.
- Dime si es cruel, dime que es mas cruel de las dos cosas. -

-No creo que sea la mejor manera de hacerle fuerte...-insistí sin dejar de mirarlo, algo compunjida.

- Si encuentras otra manera, inténtalo. -
Cuando me di cuenta, el niño había vuelto y me apuntaba de nuevo con el revolver.
- Tu no te cansas. - Digo mirándolo.
El niño aprieta el gatillo y yo tuerzo un poco la cabeza.
La bala pasa rozándome la cara haciendo que unos pocos pelos de mi cabeza caigan sobre mi hombro.
Me quedo mirando al niño con una actitud fría.
- ¡Que miedo! - Grito pálido, temblando y con los pelos de punta.

Apreté los puños algo frustrada. Joder con el posadero, dije que se hicera cargo del niño. Y e ltio este me estaba poniendo mala.
Pero bah, que le pegara un tiro de una vez, total se curaría y el niño se quedaría agusto.

El niño vuelve a apuntar pero, antes de darse cuenta ya me tenia enfrente agarrando el revolver.

- ¿Como te has sentido? - Digo alzando el revolver antes de que emitiera un disparo.
- ¿Te has arrepentido al pensar que cegarías una vida verdad? -
Saco un papel arrugado y se lo doy.
- Este es quien me envió al cruce. - Le susurro. - Cumple tu venganza, luego ven a por mi. - Digo desarmandolo.
El niño empezó a llorar y a darme con el puño cerrado en el pecho.
- Tu, tu los mataste a todos. ¡Tu! - Dijo entre llantos.

Seguramente esa gente era inocente, me entristecía ver al niño así.
Al final se fue, se dirigió a la posada.
Yo igual de frustrada que antes empecé a dar un par de vueltas sin saber que hacer.

- En este planeta nadie es inocente. - Digo sacando el cuchillo.
- ¿Nunca has matado? - Digo con sarna.
- ¿Has pensado en las de familias que has destrozado por cada soldado que matas? - Digo intentadola cabrear.
- ¿Pensabas que esos soldados no tenían vida o que? - Digo enseñando una malévola sonrisa.
- Has echo sufrir a padres, madres, hijos e hijas. A familias enteras. -

Le miré confundida, pretendía provocarme.
Observé como sacaba el cuchillo y alcé una ceja mientras me alejaba un poco.
Después escuché atentamente mientras observaba sus movimientos.
-¿Qué pretendes?

- Hacerte sufrir. - Susurro tomando una posición de combate.

Esbocé media sonrisa y coloqué en posicion.
No saqué ningun arma, pensaba en un combate cuerpo a cuerpo, vendra bien para practicar.
Le miré fijamente esperando a que atacase primero.

Hice que el sol diera en el cuchillo y el reflejo en los ojos de la joven.
Cuando recupero la vista, ya me tenia delante de ella. Le di un rodillazo en el estomago y luego la empuje.
- Vamos. -

No pude evitar recibir aquel rodillazo y después caer al suelo, pero rapidamente me levante. Perdi un segundo mirandolo para más tarde hacerle un barrido que hizo que cayese al suelo.

Desde el suelo la agarre del pie y tire haciendo que cayese junto a mi.
Me levanto y me tiro arriba de ella quedando fundado sobre la joven de rodillas, y con mi cuchillo sobre su cuello.
- El cuerpo a cuerpo no es lo tuyo. - Digo apretando un poco el cuchillo
-Por cierto. ¿Como te llamas?

Fruncí levemente el ceño mientras le miraba. Hice un movimiento que cambio las cosas, ahora yo estaba encima de él. Le sujeté con fuerza el brazo en el que llevaba el cuchillo y le miré de nuevo.
- Solo estoy fria.-solté e hice una pausa.- Binkan.-dije después.

- Laurence, encantado. - La agarre del cuello y la tira a un lado.
- Pues mejor que empieces a calentar. - Digo levantándome y dejando caer el cuchillo.
- Vamos, demuestra lo que sabes hacer.

Torpemente me levante y me llevé una mano al cuello algo dolorida. Sacudi un poco la cabeza sin perderle de vista.
Acercandome un poco a el, le tiré del brazo y después le di una patada en el estomago. Al parecer no le afectó mucho...
Comencé a arrementer contra el pero muchas veces lo esquibava o si le daba no le hacía nada.

- Venga ya. - Digo agarrándola por la muñeca y retorciéndola.
La joven quedo pegada a mi de espaldas.
- ¿Y aun sigues viva? - Digo empujándola.

Resoplé un tanto cabreada, la facilidad con la que me estaba venciendo me frustraba. Intenté concentrarme.
Le cogí del cuelló y me impulsé para poder aparecer detras de el y soltarle una fuerte patada en la espalda. Después le cogí de nuevo del brazo, lo coloqué en mi hombre e hice que callera al suelo con fuerza.

- Hay que felicitarte. - Digo levantándome despacio.
- ¿Pero cuantas veces podrás hacerlo antes de caer rendida? - Digo poniéndome en posición de ataque.
Me acerque a ella corriendo esquivando su puño y agarrándola por el cuello.
- Mucha potencia y poca técnica. - Digo aumentando la fuerza sobre su cuello.