Biblioteca

"¿Eh? ¿Que les a dado hoy a todos con las pregunticas?" me dice mi otro yo "No se" respondo, miro al beclonius y agacho la cabeza raapidamente.
Oigo un suspiro "dejame a mi" cambio de nuevo el parche de sitio.
—Y que si lo fuera... —digo intentando taladrarlo con la mirada, parecia un buen rival...

- Me da igual que lo seas o no. - Digo dándole una calada el cigarro.
- Era mas una afirmación que una pregunta. - Digo mientras paso la mano por las partes de mi armadura ya desgastada y llena e magulladuras.
- La tuya es casi nueva. -

—¿Cual es tu oficio? —pregunto ralamiendome los labios cual gato.

Solté un largo y cansado suspiro y dejé a aquellos dos hablando. Yo salí fuera un rato.

- Soldado de fortuna. - Digo a la vez que tiro el cigarrillo al suelo y lo apago con el talón.

—Mercenario vamos... —lanzo al aire casi con desprecio —Adios... —digo cambiando el parche de nuevo.
—Eto... ¿Hola? —digo agachando un poco la cabeza.

- ¿Amigos tuyos? - Digo cuando veo entrar a 4 soldados beclonius.
Uno levanta un subfusil hacia mi. Me levanto, cojo la silla por el respaldo y la levanto del suelo dejándola en el aire un segundo. En ese momento, le doy una patada a la silla con la planta del pie que impacta contra el soldado haciéndolo caer de espaldas.

Me lanzo, caigo sobre el mostrador del bibliotecario y deslizo hasta el otro lado cubriéndome.

Vi entrar a cuatro soldados desde fuera y por suerte no me vieron.
Sigilosa me acerqué por detras, entre y cogí a uno desprevenido. Le cogí del cuello y rapidamente di un brusco golpe que se lo rompio. Despues saqué las armas y conseguí cubrirme tras una columna.

—¿Hola? —digo subiendome en el skate, doy la vuelta a una de las estanterias acelero como puedo hacia uno de ellos. Cuando estoy cerca alzo la tabla poniendome casi en horizontal, estiro una pierna del todo y le golpeo con el reverso de la tabla en la cara.

Lanzo mi rifle por arriba del mostrador y las balas se dirigen hacia el, momento que aprovecho para desenvainar mi espada, funda un pie en el mostrador y saltar sobre uno de ellos.

Caigo sobre uno de ellos y antes de tocar el suelo ya había clavado y sacado mi espada de su cuello. Rodé un momento por el suelo y luego me quede quieto acuclillado mientras el cadáver rodaba quedándose a unos pasos de mi.

Me acerqué rápidamente hacia uno distraido y le hice un barrido. Ya en el suelo le disparé una sola vez.

Lanzo el yo-yo enrredandoselo en el estomago, me acerco un poco y repito la acción de antes esta vez dejandolo K.O. pero no muerto.

Paso la hoja de la espada por la palma de mi mano limpiando la sangre.
- Ya. - Susurro mientras me dirijo a recoger el rifle.

Me puse seria mientras enfundaba las armas y miré fijamente al sin nombre.
- En serio...¿Por qué te persiguen?-volvi a preguntar.

—Jop —Digo mientras bajo de un salto del monopatin y me acerco al soldado que acababa de noquear. Me "acuclillo" y le chincho con el dedo índice en la cara.

- Sin querer gaste el cargador sobre uno de sus capitanes. - Digo mientras recojo el rifle y me lo cuelgo a la espalda.
- Hoy en día, se cabrean por cualquier cosa. -

Solté un leve suspiro y me crucé de brazos pensando que hacer. Solo de mirar como había quedado la biblioteca me ponia mala...
-¿Y ahora que?

Saco un cuchillo y empiezo a pasármelo entre los dedos.
- Ni idea. -

Miré de reojo lo que hacía con el cuchillo y salí fuera a que me diera un poco el fresco. Aunque bastante aire llegaba desde el boquete del techo...
Me apoyé en la pared y me quedé unos segundos con la mirada perdida para luego dar un pequeño bostezo. Tenía bastante sueño.

Me apoyo en la pared junto a la joven.
- ¿Que hace una chica como tu en un lugar como este? - Digo raspando la pared con la punta del cuchillo.

- Solo descansaba unos días, esta aldea es tranquila...normalmente...
Le miré un segundo distraida.
- Estoy contra la dictadura de los beclonius.-dije un poco sonriente.- con un grupo de renegados.
- ¿Tu?-le pregunté prestando atencion.

- Yo estoy con el que mas me pague. - Digo guardando el cuchillo.
- Me odia un bando como otro. -

Esbocé media sonrisa y me separé de la pared. No hice ningun comentario, no sabía que decir.
Con ese caracter...era de esperar...
Vaya dos personajes me había tocado encontrarme. Uno con doble personalidad y otro un tanto...no sé como decirlo.
Bostecé de nuevo y miré alrededor.

- Tu.. - Oigo entre llantos
Un niño me apuntaba con un revolver.
- Tu mataste a toda esa gente en el cruce, a mis padres... ¡A todos! -
Me despego de la pared y me acuclillo frente al pequeño
- ¿Y vas a matarme? - Digo desenvainando mi espada.
- Si no lo haces tu suerte esta echada. -
El niño lloraba de furia mientras posaba el cañón del revolver en mi frente.
- Vamos, dispara. - Digo agarrando el arma y ajustándola en mi frente.
- Conviértete en alguien como yo. ¡Vamos! -

Miré entre confundida y preocupada al niño.
Titubeé un segundo, pero luego con rápidez me coloqué detras del pequeño y aparté el arma.
La arrojé unos metros más allá y sujeté al niño por los hombros.
- Es un niño... -noté como el pequeño se enrabietaba un poco pero no le solte.