Puerto

Me despegue de ella poco a poco, centímetro a centímetro.
- Voy a prepararme. - Le digo a escasos centímetros de su cara antes de salir por la puerta.

Suspiro y me pongo en guardia. Un beclonius con una espada me sale primero al paso.
Me acerco un poco, giro sobre mi pie izquierdo varias veces, formado un circulo a mi alrededor con el yo-yo y le pronino varios golpes. Acto seguido doy un salto y le pego con la pierna derecha, que gracias a la inercia hace que el beclonius caiga. Cojo el cuerpo y lo utilizo de escudo frente a las numerosas balas que vienen hacia mi, al parecer sedientas de sangre.

Baje las escaleras con una sonrisa en la cara como la de un niño el día de su cumpleaños.

Cogí la espada y me la coloque a la espalda, me pase la correa del fusil por el hombro haciendo que quedara de lado en la parte trasera de mi cintura.

Miro las partes de mi armadura, cogí la que cubría la muñeca con la que blandía mi espada y me la puse.

Me senté en el sofá mientras encendía un cigarrillo, eche el humo al aire sin borrar la sonrisa de mi cara.

Me quedé pegada a la pared un momento. Fui a por las armas y las enfundé en las cartucheras. Comprobé que no me quedaba mucha municion, pero podía aguantar. Me apresuré a bajar y lo vi sentado en el sofá.
Sonreí y me acerqué.
-¿Qué tal las heridas?-pregunté un poco más seria.

- Bien, bastante bien. - Digo levantándome. - ¿Vamos? -

Aparto el cuerpo y me lanzo a por uno de los que portaban metralletas. Le doy una patada para que la suelte, hago una finta me pongo detras suya y le doy un golpe en seco en la nuca.

Asenti.
-¿Y ginji?-pregunté al no verlo.

- Se ha ido. - Digo al mirarla. - Estará por ahí con su monopatín.

Cojo el cuerpo antes de que caiga y me protejo de un par de balas, cojo la pistola de el suelo y le disparo a una en el pecho, este cae redondo al suelo.

- Creo que ha ido hacia la frontera - Digo acercándome a ella. - Puedes teletransportarnos hasta allí?

Asenti con una sonrisa divertida y me fui acercando hasta darle un suave beso. Cerré los ojos y poco después aparecimos en un lugar no muy alejado del puerto, se veia a lo lejos la frontera.

Me separe de ella un rato después de haber aparecido.

- ¿Lo buscamos o lo esperamos? - Digo mirándola de cerca.

Cojo la espada del primero y me lanzo a por el que queda, suelto varias carcajadas dementes, abro los ojos tanto como puedo y en mi rostro se dibuja una sádica sonrisa. Esquivo un par de balas y le atravieso el estomago y no contento saco la espada y se la ensarto en el pecho. La sangre salpica a borbotones y vuelvo a soltar las mismas carcajadas de antes.
Cojo la pistola de este y disparo al tanque del camión.

—Mercancia eliminada... —murmuro mientras empiezo a correr en dirección a la frontera.